Hace apenas dos días una joven de 25 años sufrió una parada cardiorespiratoria mientras se encontraba en su habitación de hotel. Sin embargo, gracias a la rápida y eficiente actuación del personal del hotel, la situación se controló correctamente.
Cuando la joven entró en paro cardíaco, el personal del hotel no dudó ni un instante y puso en práctica el entrenamiento que habían recibido de Cordis Group, especializada en servicios integrales de cardioprotección. Sin perder un segundo, se activó el protocolo de emergencia y se utilizó el desfibrilador automático externo (DEA) que se encuentra en el establecimiento.
Aunque el desfibrilador no llegó a descargar, la rápida aplicación de la reanimación cardiopulmonar (RCP) fue crucial para mantener con vida a la joven hasta la llegada de los servicios médicos de emergencia, quienes la trasladaron al hospital.
Este emocionante desenlace resalta la importancia vital de que los hoteles estén equipados con desfibriladores y que su personal esté debidamente capacitado en el uso de DEA y RCP. La formación adecuada y la disponibilidad de estos equipos pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte en situaciones de emergencia como esta.
El hotel, en colaboración con Cordis Group, ha reiterado su compromiso con la seguridad y el bienestar de sus huéspedes.
Este incidente sirve como recordatorio de que la preparación y la capacitación son fundamentales para salvar vidas, y que la rápida respuesta del personal puede marcar la diferencia en momentos críticos.