Las enfermedades cardiovasculares están detrás de una de cada cuatro muertes en nuestro país, siendo el 26,4% de los fallecimientos en España, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), referentes a 2021, con una tasa de casi 252 fallecidos por cada 100.000 habitantes.
Entre las dolencias cardiovasculares más letales, los expertos destacan la cardiopatía isquémica, la enfermedad cerebrovascular y la insuficiencia cardiaca.
Los especialistas médicos remarcan la relevancia de unir el ecosistema de salud en torno a cuatro pilares: poner todos los esfuerzos en fomentar la prevención, avanzar en el diagnóstico precoz, impulsar un abordaje multidisciplinar de las enfermedades y apostar por la innovación médica.
Casi el 80% de las patologías cardiovasculares podrían evitarse si siguiésemos unos hábitos de vida saludables.
A nivel de incidencia, el caso español no es aislado. Las enfermedades cardiovasculares suponen un 40% del total de muertes en adultos de mediana edad en todo el mundo, manteniéndose a la cabeza.
Estos datos demuestran la importancia de una mayor presencia de desfibriladores fuera del ámbito sanitario, tal como los extintores están en todos los centros.
Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20231230/9470383/dos-muertes-espana-debe-enfermedades-cardiovasculares-cancer-brl.html